«BERRINCHEGATE»: LA GUERRA DE LOS CLONES EPISODIO 1

«No estamos en una sociedad que tenga un Ministerio de la Verdad que produzca una doctrina que todo el mundo tenga que obedecer. Nuestro sistema funciona de una manera muy distinta y eficaz. Se trata de un sistema de propaganda privatizado que incluye a los medios de comunicación, a los artículos o programas de opinión y que cuenta con una amplia participación de la intelectualidad organizada, a los sectores más instruidos de la población. Controlan el sistema educativo y funcionan como comisarios políticos. Su función consiste en diseñar, crear y difundir un cuerpo de doctrinas y creencias que socave el pensamiento independiente y evite que  puedan comprenderse y analizarse las estructuras internas del poder. Esa es su función social».

Noam Chomsky. (Lingüista, filósofo y escritor de izquierda).

«El día que logremos criticar a Fidel Castro, sin la necesidad de decir que también Pinochet es malo, habremos triunfado»

Jean Francois Revel, (pensador, filósofo e ideólogo de derecha).

1.

Se calculaba en 1999, que a los 12 años un niño ya ha recibido unos cien mil mensajes a través de los medios de comunicación sobre el bien, lo que es bello, justo y verdadero. Ya tiene en su mente «El Consenso», lo lleva internalizado y sobre esa base moral, estética y de comportamiento, está listo para ser adoctrinado.

Maxwell Taylor, asesor de John F. Kennedy, decía que «el público debe saber lo justo y suficiente para ratificar las decisiones de la elite en el momento electoral».

Bueno, esa elite cultural e intelectual tiene una alta capacidad de producir información  para construir esos consensos. Los pensadores, periodistas, analistas políticos y educadores lo hacen a diario en los medios de comunicación y en los centros de estudios. Controlan «la ética» de la época que se vive, «el momento social», y clasifican a las personas en amigos o enemigos del sistema.

Durante el siglo XX, se produjo un momento fundamental en la civilización que vivimos. Un sector muy importante de la intelectualidad abandonó el campo de «los amigos», y  empezó a luchar contra los dueños de la realidad, y fue identificada como «izquierda cultural». Funcionaban muchas veces amparados por un sistema totalitario (la Unión Soviética) que estaba en guerra contra la cultura y el poder «Occidental y democrático», y aunque muchos terminaron convencidos que esa realidad «comunista» era la verdad revelada, también muchos otros simplemente comprendieron lo que estaba sucediendo en la sociedad capitalista: los ciudadanos no controlaban «La Democracia», sino que las naciones estaban en manos de unos pocos dueños, que intervenían la propaganda y los medios de comunicación masivos.

Estos intelectuales anti sistema lograron que amplios sectores de la sociedad que habitualmente son apáticos, pasivos y con escasa manifestación política en los hechos, se empezara a organizar y a entrar en la arena política. El resultado fue una crisis, porque se supone que así no es como debe funcionar la democracia. Llegó a su punto álgido en el «Verano Caliente» (en el hemisferio norte) de mayo de 1968. Una enorme masa de gente, fundamentalmente estudiantes, obreros e intelectuales salió a la calle y empezó a exigir «El Poder».

Bueno el resultado fue una enorme represión, salieron a la calle la policía y las fuerzas armadas («El palito de abollar ideologías», como decía Mafalda) y empezaron a repartir a troche y moche. En Europa y EEUU, se las arreglaron para mantener las apariencias de una democracia, pero en América Latina fue brutal y se instalaron los gobiernos más duros y represores: las Dictaduras Militares. Liquidaron a toda una generación de estudiantes, obreros organizados e intelectuales.

A ese momento mundial, se le llamó «La crisis de la democracia». O «La agonía de una democracia», en palabras de nuestro ex presidente y actualmente «filósofo» Julio María Sanguinetti.

Todo este preámbulo, no tiene como objeto darle a usted lecciones de moral y civismo o contarle la historia del mundo según chazz.

Es indispensable para entender que esa intelectualidad, los que tienen la capacidad de generar consensos y disensos en una sociedad, fue sustituida. El espacio vacío que dejó esa gente apaleada primero, perseguida y encarcelada después (algunos torturados y asesinados en forma salvaje), vino a ser ocupado por otra clase de «pensadores». Lo que se llama «El giro a la derecha de la intelectualidad», es un eufemismo, una mentira, porque nadie «giró», sino que la secuestraron y la suplantaron por otra más complaciente con El Poder.

El objetivo: restaurar la situación anterior y terminar con la amenaza del disenso, porque no se puede mantener indefinidamente a la gente intimidada con un palo, ya que por más abúlico que sea un individuo, «sabe» que vive bajo un régimen totalitario y así no puede funcionar esta sociedad.

Entonces se forma una alianza entre ciertos «pensadores» y los políticos conservadores. Entre ciertos «educadores», periodistas y El Poder.

Los periodistas, analistas y pensadores son una raza muy especial, porque viven en constante peligro de encontrar la verdad, ya que se supone que buscan información sobre lo que ocurre en la realidad, así que el stress es extremadamente alto. Muchos, la mayoría, no lo resiste y se vende.

A los «importantes» los compran con viajes, invitaciones a conferencias en todas partes del mundo, hoteles de primera y ediciones de sus «pensamientos» en forma de libros… y por supuesto, salarios buenos en la jefatura de algún medio o una cátedra de una universidad privada.

También les financian recursos para difundir sus ideas en un sitio web entre las personas «que cuentan» en una sociedad. Si usted está leyendo esto, es porque tiene acceso a Internet y aunque no gane mucha plata, está lo suficientemente instruido y es el blanco a ser adoctrinado, desgraciadamente.

Yo también estoy tratando de adoctrinarlo, al decirle lo contrario a lo que se dice habitualmente por ahí, hablando claramente. Lástima que nadie me paga un peso o me financia un viajecito a Suiza o Israel en British Airways.

En la anterior etapa de «queridachazz», mucha gente me acusó de estar formando una especie de «secta». El problema principal, es que es muy difícil difundir el disenso sin caer en muchas trampas. Estaba aprendiendo a hacerlo, y empecé a encajar mal las críticas de la gente sincera. También empecé a llamar demasiado la atención (por culpa de mi egocentrismo), y empezaron a aparecer los agentes del sistema. Fui recibiendo «ataques» de parte de ciertos expertos en armar la contra y la desinformación. Y el blog terminó siendo un verdadero conventillo.

Perdí el Round 1.

Bueno, el principal opositor que me encontré en Internet, es un individuo que bajo el nick «BERRINCHE», me empezó a atacar en forma sistemática al escribir una columna sobre la SIP (Secretaría Interamericana de Prensa, la patronal de los medios), quiénes son y cómo manipulan la información.

Desde ese momento, empezó una persecución constante hacia mí en diversos foros de Internet, primero sutilmente, luego lanzando pequeñas difamaciones y final y finalmente, en forma desvergonzada y grosera («Perdedora, discontinuada Chazz, jua jua!»). Actualmente, me llama «Putha arrastrada» (la «h» es para no ser detectada la palabra por los correctores automáticos de expresiones indebidas).

Este individuo, fue cambiando sus nicks («LABARRA», «CRUZ AZUL», actualmente «AYN RAND»), pero con una premisa: hacerme perder la compostura y la confianza propia y de los demás.

Hace pocos días, decidí hacer algo con respecto a eso.

¿Cómo se caza a alguien que te acosa obsesivamente? Analizando sus obsesiones.

Una corta investigación, me llevó a la fuente de esto.

Lo invito a ver el sitio web http://www.comentarionacional.com/

Y en un par de días, le cuento cómo llegué ahí y quién es quién en este juego.

La clave es: «AYN RAND».

Saludos. Le dejo un videito.

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